VIAJE A EUROPA (Semana Nº9)

STUTTGART (3 -7 marzo)

Todo comenzó el lunes 3 de marzo. Emprendía viaje hacia Stuttgart para ir a ver el amistoso futbolístico que disputarían las selecciones de Alemania y Chile. Mi viaje comenzó antes que Bekki ya que ella tenía que rendir un examen de matemáticas el día 4. Mi misión era llegar a Stuttgart días antes para poder ir al entrenamiento de la selección chilena. El desafío era grande ya que iba solo, a una ciudad donde no conocía a nadie  y, sin manejar aún el idioma alemán. Por medio de “Couchsurfing” había contactado a Matilda que muy gentilmente había aceptado mi Request. También había recibido una invitación de Miriam (Miri) que me propuso quedarme en su departamento e ir junto con su hermana a ver el partido de futbol.  Todo marchaba bien, tenía dos alojamientos en Stuttgart para una estadía de 3 días y 4 noches.

Llegué a Stuttgart a las 19:03pm, ya era de noche y de inmediato me puse a caminar buscando la casa de Matilda. Solo tenía un plano impreso de Google Earth el cual al principio se me hizo un poco confuso. Luego de caminar por una hora a través de puentes, túneles y callecitas estrechas pude encontrar la casa. Me recibió  un amigo de Matilda que también vivía en la casa, pronto sabría que  en aquella casa vivían 13 personas.  Se trataba de una especie de comunidad de jóvenes cuya motivación es buscar metodologías para mejorar la educación alemana insertando en el sistema carreras “alternativas” para que jóvenes con inquietudes no convencionales tengan también un espacio para su desarrollo.

Matilda, una viajera muy buena onda.

Todo este pan reciben de la panadería mas cercana a la casa, es el pan que sobra y no se vende en el día.

Llegué justo a la hora de la cena por lo que me invitaron a compartir con ellos la comida preparada por un integrante de origen Iraquí. Luego de compartir con ellos un buen rato, era hora de dormir. Al día siguiente tenía que ir a la concentración de la selección.

El martes 4, partí temprano en la mañana a buscar el lugar donde entrenaría “La Roja”. Solo tenía la dirección del Complejo Deportivo y algunas indicaciones que me había dado  Matilda de cómo llegar mediante el Metro. Luego de dos horas de estar completamente perdido pude finalmente encontrar el “Complejo de Ruit”. Pude notar de inmediato que se trataba del lugar de entrenamiento ya que en la entrada había personas con la camiseta de la selección y algunas personas con la camiseta de la Juventud, de Arturo Vidal. De inmediato pude entablar conversación con el grupo de chilenos y chilenas que estaban presentes.

En la concentración de la Selección con la Prensa.

Ernesto Díaz Correa, un Crack!!

Junto al Profe

La Marea Roja.

Existía la posibilidad que nos dejaran entrar a ver el entrenamiento que comenzaría a las 11:30am. Sin embargo solo entró la prensa acreditada.  A las 4:30 sería el segundo entrenamiento de la jornada, así que la espera continuó hasta esa hora, había que entrar a ver a la Roja. A las 4:10 pm un emisario de la selección salió a entregar la información que nadie quería escuchar; el entrenamiento sería privado, sin público y la prensa solo podía entrar los primeros 15 minutos iniciales. El descontento fue general. Al poco tiempo llegó la prensa y al ver que algunos hinchas se “colaban” haciéndose pasar por parte del equipo periodístico, me acerqué al relator de fútbol Ernesto Díaz Correa  y le pregunté si le podía llevar su maleta para pasar como parte de su equipo. Aceptó guiniendome el ojo y dándome una palmada en la espalda, así que sin más preámbulos entré simulando ser un fotógrafo profesional. La meta estaba cumplida, estaba a solo 20 metros viendo entrenar a Alexis Sánchez, Mago Valdivia, Vidal, Medel y todos los demás muchachos de la selección.

Foto del entrenamiento.

A las 9:00pm llegué a la casa nuevamente y me encontré con una reunión de estos jóvenes. Compartí con ellos la realidad chilena respecto a la educación y pronto me despedí de ellos ya que a las 11:00pm partí a la estación de trenes para buscar a Bekki que llegaba a las 3 am desde Rostock. La espera se hizo un poco larga ya que a esa  hora había muy poca gente en la estación y no había enchufe para conectar mi notebook, así que me dediqué a escribir en mi libreta sentado en el piso.

Bekki llegó puntual y como hacia un poco de frio en la estación, nos fuimos al metro para pasar la noche, teníamos que hacer hora hasta las 7 am, a esa hora habíamos quedado con Miri para llegar a su departamento. El frio en el metro persistía, por lo que decidimos comprar un ticket que dura dos horas por 2,5 euros y a las 4:30 am nos subimos a un vagón del metro para dormir dentro de él mientras  hacia su recorrido.

A las 7:30am finalmente llegamos al departamento  de Miri la cual nos recibió y nos dio la bienvenida con mucha buena onda aunque un tanto apurada ya que debía irse a trabajar. Le comentamos sobre nuestra difícil noche, y nos ofreció quedarnos en el departamento mientras ella estaba en su trabajo. Aceptamos encantados y muy agradecidos la invitación, estábamos muy cansados y necesitamos dormir algo. Al despertar, a eso de las 2pm ya habíamos recobrado nuestras energías y decidimos ir a recorrer el centro de la ciudad para luego a las 7pm ir al estadio con Miri y su hermana.
Junto a Miri, muy simpática y hospitalaria.

Cagao de la risa.

Himnos Nacionales.

Estadio de Stuttgart.


El estadio por suerte quedaba muy cerca del departamento de Miri por lo que luego de un par de estación sobre el tranvía, ya estábamos caminando hacia el estadio.

Todo el contorno del estadio se encontraba repleto de gente. Era ambiente de fiesta y los “Ce- Hache- I” se hacían sentir con fuerza. La entrada fue expedita, todo muy ordenado y no revisaron bolsos ni ropa. De esta manera en pocos minutos ya estamos sentados en nuestras butacas para presenciar el espectáculo, que a la larga sería el mayor evento deportivo que había vivido hasta entonces.

El partido fue intenso con una clara superioridad de los chilenos. Alemania ganó 1 por 0, sin embargo escuchar los comentarios alemanes  elogiando el juego de Chile y ver como temblaban de miedo cuando cruzábamos la mitad de la cancha, no tiene precio. Realmente fue una de las mejores experiencias vividas en este viaje.

El día siguiente, fue un día de relajo y paseo por Stuttgart, fuimos al estadio para verlo de día, al museo de la Mercedes Benz y luego a caminar por el centro, para en la noche compartir un champagne y una cena con Miri en forma de agradecer toda su buena onda y aprovechar también  de despedirnos de ella ya que al día siguiente nos iríamos a las 7:30 am rumbo a Amsterdam. El viaje por Europa comenzaba…


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