REFLEXIONES
BALANCE DEL AÑO 2013...
Me compré un departamento. Me curé casi todos los fines de semana .Usé las mismas poleras todo el año. Le cambié las ruedas a mi camioneta. Me bañé en la Chinchorro desnudo en las noches. Dejé de ver a personas. Conocí mucha gente. Me sacaron dos partes. Fui a hablar con el juez. El juez me rechazó una rebaja en el parte. Participé en el diseño y construcción de 8 condominios. Declaré eléctricamente las Torres más altas de Iquique. Me dejé crecer el pelo. Me dejé patillas. Me corté las patillas. Me volví a dejar crecer las patillas. Viví el fin de una relación. En la revisión técnica mi camioneta fue rechazada. El mecánico me llamó y me dijo, “con 10 lucas su auto está aprobado”. Pagué las 10 lucas. Mi auto fue aprobado. Aproveché viajes de trabajo para escaparme a lugares turísticos. Muchas veces mentí y dije que tuve problemas en el bus para no ir a trabajar al día siguiente. Una colombiana trató de seducir a un compañero de trabajo tirándole piedras al hotel. Viajé a Iquique, Antofagasta, San Pedro de Atacama, Socoroma, Putre, Codpa, Cusco, Machipicchu, Lago Chungará, Puno, Lago Titicaca, Copacabana, La Paz, Caleta Vitor. Fui a trotar muchas veces a la playa. Hubo un tiempo en que mis pechos parecían senos de mujer. Comencé una nueva relación. Leí 5 libros. Fui a votar. Dibujé un pene en el voto de Core. No tuve muchas relaciones sexuales. Me terminé de tatuar a Eddie en mi brazo izquierdo. No sé qué voy a hacer para el año nuevo. Use las mismas zapatillas todo el año. Me resfrié solo una vez. Manché las pocas poleras que tengo con vino. Fui tío-abuelo. Por décima quinta vez traté de armar una banda de rock. Por décima quinta vez no pude armar una banda de rock porque me faltaba un baterista, un bajista y una segunda guitarra. Los guardias del condominio fueron a llamarme la atención por ruidos molestos 11 veces, mientras que los carabineros solamente 3 veces. En fin, fue un buen año…un año de maduración...
LOS 30...
En esa época, me gustaba beber el alcohol que quedaba esparcido encima de la mesa del bar y tomarme los conchos de los vasos que dejaban los demás. La cosa era curarme. No tenía grandes responsabilidades ni problemas. Me refiero a los 20´s, década de excesos e inmadurez, que ya estoy dejando atrás…
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