WORKING-HOLIDAY ALEMANIA PARTE Nº7 - Motivos para hacer WH en Alemania

- Me quiero ir a Alemania por un año… a hacer Working-Holiday!!!

- ¿Viajar a Alemania? ¿Tan lejos? Pero… no sabes hablar alemán, ¿y tus cosas acá en Chile? ¿Estás loco?... debe ser caro y peligroso ¿Y si no encuentras trabajo? ¿Y si te va mal?

¿A que sí? ¿A que también tuvieron esta conversación con algún cercano? Seguro que hubo más de algún amigo o familiar que les dijo todos esos comentarios que lo único que hacen es alimentar ese miedo que nos produce el  renunciar a nuestros trabajos, el salir de nuestras rutinas, ese miedo de la Incertidumbre, que te impide avanzar hacia algo nuevo, y que muchas veces nos obliga a permanecer haciendo siempre lo mismo; levantándonos siempre a la misma hora,  mirar siempre el mismo semáforo, yendo siempre a la misma oficina, tomando siempre el mismo café, etc. Yo lo hice por tres años y medio, hasta que pude vencer ese miedo. Renuncié a mi trabajo y me puse a viajar. Todo esto  hace ya 10 meses, y la verdad, aún no me arrepiento.

Recién se cumplieron  4 meses, desde que estoy en Alemania haciendo Working-Holiday y me ha ido relativamente bien, por suerte. Tengo trabajo, una pieza, salud y he aprendido muchísimo sobre muchas cosas.

En relación a todo esto y tratando de responder de manera más completa a algunos correos de gente que me pregunta básicamente si vale la pena dejar sus cosas en Chile y venir a  Alemania para hacer Working-Holiday, escribí algunas razones por las cuales yo, sí tuviera la oportunidad de postular nuevamente a la VISA – cosa que es imposible, ya que solo la puedes obtener una vez en la vida- lo haría sin pensarlo dos veces.

5 motivos para hacer Working-Holiday en Alemania.

(basado en mis 4 meses viviendo en Rostock)

 1.       Aprender a vivir con lo necesario

El llegar a vivir a un país sin tener más que tu mochila, tu guitarra y algunos euros en tu billetera te hace valorar mucho más las pequeñas cosas.  Te das cuenta que no es necesario tener  el mejor auto, el televisor con más pulgadas, y por supuesto tampoco, el celular más moderno para disfrutar mejor la vida.  No necesitas esas cosas para disfrutar de la gente, de los paisajes, y de las miles aventuras y anécdotas que tendrás.  Como dicen por ahí: “las mejores cosas de la vida, no son cosas”.

Solo a modo de comentario, en la pieza donde estoy viviendo hace 2 meses y medio, el 80% de los muebles los he recogido de la calle, y el 20% restante me lo han prestado  amigos que he conocido acá en Rostock, se trata de muebles que no ocupaban. No tengo TV y mi celular es el más “kuma” del mercado, sin acceso a internet, y obviamente sin todas esas aplicaciones que están de moda. Actualmente solo me sirve para recibir llamadas ya que no lo he recargado.

Me he dado cuenta que no necesito nada más, que estoy bien con lo “poco”  que tengo. Como dice la canción: “No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”.

Mi pieza actual, como no tengo una cámara que saque "panorámicas" lo hice por parte.

 2.       Crecimiento Personal

El hacer Working Holiday en Alemania, un país de cultura diferente al nuestro,  donde se habla otro idioma y el cual, además, no manejas, sugiere desde ya un crecimiento personal que se refleja en la forma en que empiezas a ver a tu alrededor y principalmente en la forma de cómo te empiezas a ver a ti mismo. Tu mente se empieza a abrir, aprendes a ver diversidad, a respetar, a conocer otra forma de vida, otra forma de pensar, otras costumbres, otras ideas, otras formas de actuar, y lo mejor de todo es  que vas tomando lo mejor de eso, hasta que  llega un momento en que lo empiezas a asimilar como propio y hacerlo parte de ti. Y créanme que, aunque hay algunas cosas que aún no comprendo ni comparto debido a mi origen chileno –como la excesiva puntualidad incluso en eventos informales o cotidianos- debo decir que hay mucho que aprender de la cultura Alemana.

Sobre el idioma, muchas veces llegará el momento en que estarás en tu pieza, te acostarás y desearás  mandar todo al carajo, cansado de no entender lo que dice la gente, y cansado de que no te entiendan lo que tratas de decir.  El idioma alemán es complicado, así que naturalmente existirán momentos de colapso. Donde tu cabeza y tu ánimo no den para más. A mí me ha pasado un par de veces. Pero todos estos momentos los veo como parte del proceso, parte del desafío. Además, ¡Oye! estoy viviendo la historia que en 40 años más les contaré a mis nietos!!!  Así que no puedo ser tan “penca” y decirles: “saben chiquillos, su abuelo no se la pudo con el alemán”…No, definitivamente, no es opción.

 3.       Paisajes Hermosos

Estos cuatro meses he tenido la suerte de recorrer bastante  dentro de Alemania, y lo mejor de todo es que aún me falta mucho por conocer. He recorrido parte del sur, del norte, también algo del este y puedo decir con suma certeza que los paisajes naturales que posee este país son realmente imponentes. Montañas, ríos, lagos, bosques, playas… todos muy bien cuidados, limpios, e incluso con animales silvestres viviendo libres en su habitad, lo que me parece genial. Si quieres recorrerlo en bicicletas para sentirte más en contacto con la naturaleza, no te preocupes ya que estos alemanes te tienen ciclovías con las cuales puede llegar donde quieras.

Foto sacada en Neustrelitz, norte de Alemania

 4.       Su gente

No me gusta generalizar pero esta vez lo haré para referirme exclusivamente  a la gente alemana que me ha tocado conocer.

Puede que haya tenido suerte hasta el momento, pero no recuerdo haberme encontrado con un alemán o alemana “pesado/a”. Todos han sido muy abiertos conmigo, y siempre se muestran interesados por Chile. Realmente no he sentido en ningún momento esa cosa llamada discriminación, sino todo lo contrario.

En general acá la gente es alegre, a la hora de la fiesta bailan, muy mal, pero bailan. Siempre lo hacen en grupo, y no existen los conocidos “jotes” esos que merodean a sus presas desde el borde de la Pista de baile –como en Chile- acá los hombres si no tienen una mujer como pareja, no les importa mucho, bailan entre ellos y sin problemas.

Buenos amigos

En lo cotidiano, si te ven que no hablas alemán, ellos mismo, sin que se los pidas, te comienzan a hablar en Inglés. Esto pasa sobre todo con la gente joven, de 35 años hacia abajo.

Son muy directos, y de manera extrema. Si existe algún problema en el trabajo, te lo dirán en el instante.

En fin, podría estar mucho tiempo describiendo al alemán y  obviamente tienen cosas que yo no comparto mucho, o que me cuesta entender como por ejemplo el  gusto que tienen por asegurar todo; la casa, el perro, la bicicleta, el árbol, seguro personal privado, de viaje, contra tsunami, aseguran hasta el seguro! Pero todo eso lo escribiré, quizás en otra ocasión.

Ahora, solo basta decir que me he encontrado con un pueblo  muy acogedor, alegre y muy abierto con las personas extranjeras, especialmente con los chilenos.

 5.       Se puede vivir sin gastar mucha plata

Es lo que más me ha sorprendido de Alemania, que desde la vereda de la ignorancia siempre lo vi como un país muy caro. Que equivocado estaba.

Muy parecido las monedas de 2 euros con la de $500 pesos chilenos...

• Alimentación: En los supermercados, como señalé en posteos anteriores, existen productos muy económicos y de relativamente buena calidad. Yo por  el concepto de alimentación, estoy gastando a la semana 13 euros aproximadamente (unos $9.500 pesos chilenos) mucho menos de lo que gastaba en Chile. Claro, pensaran que me alimento como una rata, y quizás tengan razón, pero no por eso, me alimento mal. Con los 13 euros me alcanza para: leche, queso, pan, fideos, salsa, tomates, papas, cebollas,  espinacas, mandarías, sopas, cereal, jamón y yogurt.

• Movilización: Para temas de movilización solo gasté 40 euros en un principio para comprarme una bicicleta. Desde esa fecha no he gastado más plata para movilizarme dentro de la ciudad.

• Hospedaje: Actualmente estoy pagando 240 euros (algo así como 170 lucas) por una pieza de 25 metros cuadrados y con todo incluido. Incluso se pueden encontrar más baratas. De no encontrar, siempre está la opción de irse a las granjas a trabajar a cambio de techo y comida. Algunas de las páginas para postular, incluso desde Chile, son: http://wwoof.com/ , http://www.workaway.info/